La Camerata que les reunía terminó tarde y con bostezos.
Aplausos con la fuerza suficiente para conseguir el ardor en las palmas.
– La oportunidad la pintan calva - sonrió discreto y ciñó las mejillas de su esposa.
La noche anterior, un paseo por los parques citadinos, le había otorgado la calma a sus ansias.
La vida, que cuantiosa de experiencias por delante, forjaba dualidades.
Y así como el brillo de la que alguna vez fue generosa cabellera, intentó revivir chispas con encanto opaco.
La mecha terminó por extinguirse, las pantallas brotaron.
viernes, 23 de julio de 2010
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1 comentario:
Classy
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