Mi abuela es de esas personas mágicas.
Algunas veces, una cámara (la que situada encima y sin siquiera ser concebida por la concentración del acto), logra capturar cuán dulce se convierte una fruta y lo recompensador que puede ser un té.
Otras, solo es necesario sentarse a su lado, observar las venas que recorren su arrugada mano y dejar que ella tome las tuyas con la intensidad de que pareciera no querer soltarlas más y posesionarlas. Hacerlas suyas, aunque asuste.
La mayoría de las restantes, basta mirarla un buen rato hasta que se de cuenta de que estás allí. Entonces es cuando coquetea con gracia risueña, devolviéndote la mirada y entrando de a poco en los ojos de cada uno.
jueves, 6 de noviembre de 2008
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4 comentarios:
es tan mágico pero tan pertubardor esto de las ventanas emergentes para los comentarios >.<
Que buena foto la de los pechos de esa mujer de corsé negro con tiras naranjas, lo digo un tanto principiado en la fotografía y otro tanto principiado en el buen sexo xD
Salute!
Oye po, gracias por el link pero saca eso del "Mauro fuma Aldos", me vai a crear una fama inexistente de droogie como pa la fiesta esa que le dijiste quien-sabe-qué a esa niña del efecto Doppler..
Bueno, eso, siga escribiendo, saludos!
te re quiero camilongoooooooooooooo
Muy lindo lo que escribiste sobre tu abuela, se nota que te detienes a observar lo que te rodea. Que bueno que mantengas activo tu blog, el mío está más botado :D Aunque hoy escribí algo. Acabo de cachar que tenía un comentario antiguo tuyo.
Suerte.
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